martes, 16 de septiembre de 2014

Arduous Rain



Era un día lluvioso. Caminaba sola, como siempre solía hacer. Se oía el suave sonido del salpiqueo del agua junto a la fría lluvia. 1,2,3.. Un trueno. Se quedó quieta, respiró hondo e intentó continuar. Al cabo de unos segundos un fuerte relámpago golpeó cerca de donde se hallaba. Temblaba. Recordaba aquellos días donde se encontraba sola. Nadie venía a ayudarla. Se movió unos pocos pasos. La lluvia se hizo más fuerte. Nadie vendrá, se decía a sí misma. No va a venir a salvarte, ya no está para ayudarte. No pudo evitarlo. Se tapó la cara con las pocas fuerzas que le quedaban y empezó a llorar. La tristeza inundó todo su ser. Llevaba demasiado tiempo aguantando. Se volvió a recriminar: No ves que eres patética.. Siempre triste, siempre deprimida. La gente se va a cansar de ti. Tenía razón.Pero ella era así. Era la estúpida, pesimista y triste del grupo. Otro trueno.

-Donde estás? Prometiste que me protegerías! Prometiste que no me dejarías sola... Y ahora has incumplido tu promesa...