Había una vez una niña que siempre estaba triste. Todo el mundo intentaba animarla pero nadie conseguía animarla. Eso causaba que la niña estuviera sola. Cada día estaba más y más triste, hasta que un día un niño se acercó a ella. Intentó por todos los medios que el niño se fuera pero aún así, el niño permaneció a su lado. Un día decidió intentar hacerla sonreír. No hubo día en que él no quisiera ver su sonrisa. Hasta que, por fin,lo consiguió. Y para él fue la sonrisa más bonita que había visto nunca....
Relato sacado de mi cabeza en un ratito antes de ir a dormir. Esta entrada va dedicada a mi mejor amigo, en el que me basé para hacer este cuento. Espero que te guste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario